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«Cuando nosotros decimos vamos a hacer, no lo decimos, sino que empezamos a hacer enseguida»

Data: 

02/06/2019

Fonte: 

Periódico Granma

Autor: 

El 4 de junio, la prensa cubana publicó los últimos acuerdos tomados por el Consejo de Ministros, entre ellos las leyes para designar a los miembros del Grupo Nacional de Cuba en el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya; disponer que la Junta de Patronos del Museo José Martí, en la casa natal del Apóstol, quedara integrada por un delegado del Ministerio de Educación, el director del Archivo Nacional y el director del Museo Nacional; crear 19 becas a favor de graduados de universidades latinoamericanas, un organismo autónomo que se denominara Red Oficial de Comunicaciones por Microondas y la Junta de Fomento Turístico.
 
Al mediodía del 4 de junio, tuvo lugar la constitución oficial del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). El sencillo acto se efectuó en el cuarto piso del edificio cuyas obras aún no habían terminado, en el perímetro de la plaza cívica. Al inmueble, que luego recibió el nombre de Sierra Maestra, ya habían mudado sus oficinas el Premierato y el Ministerio de Defensa, y en él radicaría el inra (en la actualidad, sede del MINFAR).
 
Antes de iniciar la primera reunión oficial de los funcionarios del INRA, Fidel les manifestó a los periodistas que en el funcionamiento del Instituto de Reforma Agraria se seguiría un criterio absolutamente técnico, recurriendo al auxilio de todos los técnicos en el país y además, trayendo los que fuesen necesarios del extranjero. Y acentuó: «Si fracasamos en la Reforma Agraria la Revolución está derrotada».
 
Fidel agregó que los tres elementos de la naturaleza son el agua, el aire y la tierra. Y los tres los necesita una persona para vivir, por lo que a nadie se le ocurriría apoderarse del agua o el aire. Entonces, preguntó: «¿Por qué se van a apoderar de la tierra?». Y concluyó que en materia de Ley Agraria no habría ni un milímetro de paso atrás.
 
El sábado 6 de junio, Fidel visitó Isla de Pinos. Ese día y la mañana del siguiente, recorrió varias de las fincas intervenidas y se entrevistó con  funcionarios del Estado y con el pueblo. En un acto de masas consultó las medidas económicas y sociales que se aplicarían en ese territorio.
 
Durante esta visita, el Jefe de la Revolución se impuso ampliamente de la situación económica de Isla de Pinos, así como de sus más urgentes necesidades, lo que unido a criterios previamente elaborados permitió que en el acto público efectuado al mediodía del domingo 7, en el parque inmediato al ayuntamiento de Nueva Gerona, pudiese anunciar a las miles de personas allí reunidas y a todo el pueblo de Cuba un plan mínimo de rehabilitación económica y social de la Isla, que consistió fundamentalmente en los siguientes puntos:
 
Eliminación de la Zona Franca; traslado del Presidio de Isla de Pinos, repartiéndolo en distintos lugares del territorio nacional; construcción de la carretera de Santa Fe, al nordeste, hasta Punta del Sur; construcción del acueducto y alcantarillado de Nueva Gerona; establecimiento de un criadero nacional para ganado de la raza cebú; plan de fomento turístico nacional e internacional; establecimiento de fincas de recreo para turistas nacionales e internacionales; rebaja del costo del pasaje por mar y del costo del transporte de automóviles particulares; rebaja del costo del pasaje por avión Habana-Nueva Gerona; y el establecimiento de vuelos directos de la Florida a Nueva Gerona para estimular el movimiento turístico.
 
En el discurso Fidel expresó que más que de un acto público al estilo viejo se trataba de una reunión con los pineros para discutir muy bien y con absoluto patriotismo los problemas del territorio, y que «por tanto vamos a trazar las pautas ustedes y nosotros y en absoluto acuerdo de lo que vamos a hacer en Isla de Pinos. Pero cuando nosotros decimos vamos a hacer, no lo decimos, sino que empezamos a hacer enseguida».