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Flores para quien cambió el mundo

Flores para Fidel Castro
Flores para Fidel Castro

Data: 

06/12/2016

Fonte: 

Cubadebate

Autor: 

Cuando a las tres de la tarde del domingo fueron a despedirlo, había algo en común en los cientos de personas que se encontraban allí: las flores.
 
Las manos, los bolsos, los pechos e incluso las cabezas, iban con una, o con un ramillete entero de flores; y todos querían tener la posibilidad de regalárselas al Comandante.

Flores para Fidel Castro
Flores para Fidel Castro

 
El Sol, típico de un Santiago de Cuba en plena tarde… la resistencia, típica de los santiagueros y de un pueblo todo que va a despedir a ese grande inmortal. Ni siquiera la espera, el cansancio o el calor, podrían impedir que se diera un último adiós a quien dio tanto por Cuba y por el mundo entero.
 
Desde horas de la mañana, el Cementerio de Santa Ifigenia, lugar donde se encuentran los nichos de grandes cubanos como José Martí, Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, entre otros, comenzó a llenarse de una marea de pueblo, que quería depositar flores ante el lugar donde yacen las cenizas del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.
 
Pedro Pablo Sánchez, un señor muy delgado de 77 años, me comenta entre lágrimas, justo antes de entrar a Santa Ifigenia, que cuando vio pasar la Caravana por su pueblo, le hizo prometer a su hijo que lo llevaría al Cementerio para ponerle una rosa roja a su “eterno líder”. Él, como otros, llevaban horas esperando para ver el lugar donde descansaba y poder rendirle tributo “frente a frente”.
 

Flores para Fidel Castro
Flores para Fidel Castro


Leticia Rigondeuaux, maestra de primaria a cargo de cinco niños y niñas, dijo que esta era una visita obligatoria, pues el pueblo se lo debía por haber hecho realmente una Revolución con y para los humildes. “Para él, una rosa blanca, por ser el amigo sincero que nos dio su mano franca, como escribió una vez el Apóstol”.
 
Josefina Ortiz, una señora bajita, canosa y con espejuelos oscuros; conmovida, no pudo decirme más que un “gracias por todo Fidel, el pueblo cubano te recordara eternamente”; también llevaba en las manos rosas rojas para depositarlas ante la piedra que guardará por siempre los restos del comandante.
 
Yuliaidis Corado, una joven de solo 12 años, me explicó que estaba despierta desde las 7 de la mañana, porque no podía dejar de ir, justo ese día, al lugar donde yacían las cenizas y el alma de ese inmenso cubano de todos los tiempos. Ya en la distancia, porque era su turno de pasar al cementerio, me gritó una frase que había querido decirme desde el inicio de mis preguntas: “Estas flores son para él de parte mía y de toda mi generación, quienes estamos seguros se que cuando seamos grandes, quisiéramos ser como él, quisiéramos cambiar el mundo como él lo hizo”.