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Fidel: salvémoslo para el futuro

Data: 

27/12/2016

Fonte: 

Periódico Granma

Autor: 

Eusebio Leal Spengler, historiador de La Habana, expresó que la voluntad expresada por Fidel constituye el retrato y perfil de un revolucionario verdadero.
 
Tenía confianza absoluta en el triunfo de las ideas y creía que ellas eran el mejor legado, manifestó y añadió que tenía una convicción profunda en la unidad. Detrás del concepto expresado en el momento más maduro de su pensamiento político, estaban las experiencias que lo hicieron el autor de la unidad nacional, subrayó.
 
Cuando miraba el pasado, pensaba en los que se levantaron y perecieron sin alcanzar la victoria, declaró Eusebio, y puso como ejemplo a Carlos Manuel de Céspedes, Mariana Grajales, los que lucharon contra el colonialismo en 1868 o los revolucionarios de la revolución del 30.
 
Ello le llevó a concebir un proyecto político que tuvo la virtud de alcanzar por única vez una victoria en este continente. Pensó que había que galvanizar la Revolución en un Partido que representara la unidad de la nación.
 
Después de haber visto desde el poder político de las clases más revolucionarias, la consolidación de la Revolución, su sobrevivencia a un asedio terrible y considerarse invicto, creyó que no era posible vivir más y simple y sencillamente, se fue. Ahora nos queda un gran desafío: no podemos convertir en consigna, ni vaciar en bronce, ni en palabra hueca, ni en alharaca su pensamiento.
 
Con su muerte atravesó en el camino del adversario y de nuestras propias flaquezas un enemigo terrible: como lo fue en vida, lo será más allá de ella, dijo, e instó a cumplir su voluntad; rendir cultos de obra, más que de palabras; levantar la producción, el campo, y estoy seguro que como dice la canción, ese caballo blanco que anda descabalgado permanecerá eternamente.
 
Después de escuchar a Eusebio, es al unísono imposible no apoyar la poesía de sus palabras, que han resumido el sentir del pueblo cubano, pero hablaré como joven de este país, expresó la diputada Jennifer Bello Martínez
 
Hace un mes y un día que el pueblo cubano recibió un fuerte golpe, el que no imaginábamos aunque fuese natural su partida física. Es como si hubiésemos perdido a un padre, hermano, a un amigo entrañable. Sin embargo, nadie, ningún niño, joven, cubana o cubana, lo hemos sentido ausente, dijo la diputada.
 
Ahora, dijo, contamos con un instrumento legal que ampara su voluntad, la misma que predicó con su modestia, humildad; voluntad que las cubanas y cubanos respetaremos, que este Parlamento respetará.
 
No ha de ser un monumento lo que lo inmortalizará, sino el que seamos fieles y leales seguidores de su legado, lo que mantendrá viva su obra. Encontremos en su pensamiento la utilidad de perfeccionar lo que debamos, para construir la sociedad a la que aspiramos, desde la defensa además de la cultura, identidad y tradiciones cubanas, señaló Bello Martínez.
 
La diputada refirió que la frase Yo soy Fidel ha sido escuchada en toda la Isla, se ha visto grabada en los rostros de niños y jóvenes, pero al decir Yo soy Fidel tenemos que meditar, hacer un examen de la conciencia, de la conducta y la moral. Al decir Fidel, debemos predicar con su ejemplo de modestia, honestidad. Debemos no bajar la guardia, ser inconformes con el trabajo, buenos estudiantes, querer y cuidar a la Patria y la Revolución. Es este el mejor homenaje.
 
Fidel está y estará, no en monumentos ni plazas, pero sí en el actuar de todos los cubanos y cubanas, concluyó.
 
Ania María Aparicio, diputada por el municipio de Cifuentes, Villa Clara, expresó que como profesional del derecho día tras día es protagonista de los actos jurídicos que permiten hacer valer los deseos de las personas antes de su deceso, lo cual se convierte en mandato. Y añadió además que ahora se nos presenta una propuesta de ley con un alcance mucho mayor, con un impacto en nuestro pueblo, que hará valer su voluntad.
 
“Aquí hay un monumento a Fidel, hay una revolución, un pueblo que continuará luchando por mantener la obra que él creo”, subrayó.
 
Por su parte la diputada Ena Elsa Velázquez, del municipio Palma Soriano manifestó que apoya la Ley sobre el uso del nombre y la figura de Fidel, porque es su voluntad y debe respetarse y hacerse cumplir.
 
Fidel, con esta voluntad, fue consecuente con el propio concepto de Revolución, que es desinterés, altruismo, modestia. Cuando pensaba que quizá podía en su nombre erigirse una escuela, por ejemplo, me di cuenta que nunca podremos ponerle su nombre a cada escuela, a cada cosa donde esté su obra, porque sería hacerlo en toda Cuba y el mundo, apuntó.
 
Lo que sí podemos hacer es que esté vivo en cada niño, joven educador, en cada hogar cubano. Más de un millón de adolescentes cuando ingresaron a la vida escolar en Cuba, ya no vivieron en igual medida el activismo de Fidel y su presencia constante en la vida pública, pero disfrutan de su obra, en la que la educación es un derecho de todos. Nuestro compromiso debe ser entonces, dijo, el de reforzar el conocimiento de la obra de Fidel, que es el de la Revolución en el poder.
 
Que cada escuela y cada aula se erija en monumento, en uno inquebrantable, porque será el levantado de las ideas, de las convicciones, y de esta manera estaríamos garantizando la continuidad de la Revolución.
 
La diputada Irma Shelton, por San Miguel del Padrón, propuso crear un centro para las presentes y futuras generaciones que compile sus imágenes y reflexiones.
 
Todos los que estamos en esta sala conocimos al Comandante en Jefe, lo vimos hacer, lo vimos sufrir junto a nuestro pueblo, lo vimos triunfar. Para todos nosotros Fidel vive, pero ¿y las futuras generaciones? Qué será de los niños de hoy que vieron con asombro a un pueblo despidiendo a su líder, cuestionó, a lo que el presidente del parlamento cubano Esteban Lazo Hernández, comentó que la ley ofrece un margen a esa propuesta.
 
Para el diputado Miguel Barnet esta no es una ley que apoyamos formalmente. “Siento que es un abrazo que le estamos dando a Fidel sintiendo palpitar su corazón y el nuestro, respetando su voluntad”, dijo.
 
Fidel no pudo actuar de manera más consecuente con sus principios martianos, y su voluntad no es solo muestra de extrema modestia, sino de lucidez extraordinaria, dijo el diputado.
 
“Todo lo que hizo fue entregarse a su pueblo”, y de su humanismo, y de él no esperábamos otra conducta que esta. “Una vez más mostró que es y será siempre un hombre generoso, un luchador invencible, un iluminado”.
 
No será en piedra o bronce que lo recordaremos, expresó, sino no olvidándolo nunca. “No olvidaremos a quien en el momento más difícil del periodo especial dijo que la cultura es lo primero que hay que salvar. Salvémoslo a él, para siempre, para el futuro”.
 
El joven Yoerkys Sánchez, por su parte, dio lectura a un fragmento del discurso de Fidel durante la clausura de un periodo ordinario de sesiones de nuestro parlamento, hace hoy exactamente 25 años, donde resaltan las palabras honor, patria y dignidad, las cuales “simbolizan el legado de Fidel y nutren el concepto de Revolución”.
 
Le ley que se presenta es coherente con la voluntad sagrada del líder, quien actuó siempre con una modestia infinita. Es el mismo Fidel que con mérito sobrado para ello, nunca aceptó la condición de Héroe de la República de Cuba. No hay contradicción entre el espíritu de esta ley y lo que en vida propugnó. El mayor monumento no será un pedestal en una plaza, manifestó.
 
Los diputados aprobaron por unanimidad la ley sobre el uso del nombre y la figura de Fidel, y por último Esteban Lazo Hernández propuso crear una comisión para la revisión de estilo previo a la publicación de la ley, integrada por los diputados José Luis Toledo Santander, Eduardo Torres Cuevas y Eusebio Leal Spengler.